El mercado de la agricultura ecológica sigue creciendo. En 2016, aumentó un 11,4%, generando casi 33.500 millones de euros. Casi todos los países muestran un crecimiento de doble dígito, como muestra la investigación realizada por FiBL, el instituto de investigación de la agricultura ecológica.
Esto es un claro indicio de que este método de producción está en alza y todo apunta a que no es una tendencia pasajera. No obstante, la cuota total de la agricultura ecológica sigue siendo muy pequeña en comparación con los métodos tradicionales de cultivo. Actualmente, 14 millones de hectáreas se destinan a la agricultura ecológica en Europa. España es el país líder con dos millones de hectáreas, seguida de Italia y Francia.
La agricultura ecológica en Europa
A pesar de que Europa está bien encaminada hacia una agricultura más ecológica, muchos de los productos ecológicos que acaban en los supermercados son importados de África y Sudamérica. Las razones por las que muchos consumidores deciden comprar productos ecológicos son la seguridad alimentaria (números E), la preocupación por el medio ambiente y el bienestar animal. Pero, ¿es la agricultura ecológica la solución a estas preocupaciones? Sus defensores dicen que sí.
Los procesos ecológicos son más respetuosos con los animales y mejores para el medio ambiente, según sus defensores. No se utilizan fertilizantes ni pesticidas, lo que es más saludable para los seres humanos y para los insectos. No obstante, la agricultura ecológica suele ser mucho más intensiva en mano de obra y cuenta con un rendimiento menor, lo que traduce en una necesidad de tierra mayor. Por ello, los opositores señalan que las investigaciones sugieren que la agricultura ecológica no es la solución: la agricultura intensiva deja más espacio para la naturaleza, permitiendo una mayor biodeversidad.
Demanda de alimentos
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta la futura demanda de alimentos. La población mundial sigue creciendo, y la demanda de alimentos crece con ella. Además, la clase media está creciendo y, como consecuencia, la demanda de productos más caros, como la carne, también aumenta considerablemente. La cuestión es si la demanda actual y futura de alimentos puede satisfacerse mediante la agricultura ecológica.
Entonces, ¿es la agricultura ecológica la solución?
La solución puede estar en encontrar un punto de encuentro. ¿Por qué la agricultura intensiva no debería ser ecológica? Ya hay ejemplos de ello, uno de los más destacados es la agricultura vertical, en la que se cultivan verduras en grandes cantidades sin utilizar pesticidas. Mientras que esto puede ser una solución para las frutas y verduras, la cuestión sigue siendo cómo aplicar el mismo compromiso con la ganadería. Es probable que tengamos que esperar muchos años y mantener un debate mucho más largo y profundo antes de poder dar una respuesta clara sobre si la agricultura ecológica es o no la solución.
¿Qué opina usted de la agricultura ecológica?
