Ventajas y desventajas del laboreo reducido

Equipo editorial|5 Minutos de lectura

El laboreo en la historia

Los días en que los arados eran tirados por caballos y bueyes han quedado muy atrás. Hoy en día, grandes tractores arrastran los arados por los campos con facilidad. Sin embargo, parece que hemos llegado a un punto de inflexión. ¿Sigue siendo necesario eliminar todas las malas hierbas y cavar varios centímetros en el suelo?

El arado se utiliza desde hace miles de años. Se han encontrado dibujos en Egipto que datan del año 1200 a.C. y que muestran a un buey tirando de una especie de arado, dirigido por un agricultor. En la antigüedad, los agricultores utilizaban sobre todo un tipo de arado llamado "ard", que abría la tierra. Un gran avance en la agricultura llegó con el arado de vertedera. La incorporación de una vertedera al arado permitió no sólo abrir la tierra, sino también voltearla. De este modo, las malas hierbas acababan por debajo y la tierra rica en nutrientes salía a la superficie. Con el paso del tiempo, los arados se fueron perfeccionando. El metal sustituyó a la madera y se añadieron diversos componentes. En el siglo XVIII, los avances se sucedieron con rapidez, y durante este periodo el arado se convirtió en un producto comercialmente viable de fabricar.

Desde entonces, el arado se ha convertido en una herramienta indispensable en muchas explotaciones agrícolas, y grandes fabricantes como Lemken, Kongskilde y Pöttinger llevan años produciendo con éxito maquinaria de labranza.


Opiniones divididas

La preferencia por el laboreo reducido es relativamente nueva y varía considerablemente entre países. En los países con grandes variaciones de altitud, como Alemania, esta forma de cultivo goza de una gran popularidad desde hace tiempo. En cambio, en los países con un terreno relativamente llano y una agricultura intensiva, como los Países Bajos, el método de arado "a la antigua" sigue siendo, con diferencia, el más popular. Sin embargo, el laboreo reducido se está haciendo cada vez más popular también en los países de terreno más llano, sobre todo entre los agricultores ecológicos.


¿Qué es el laboreo reducido?

Con esta forma de cultivo, el agricultor sólo afloja el suelo. Esto contrasta con el arado, que implica cortar el suelo a una profundidad de hasta 30 cm y voltearlo, lo que a su vez significa que se daña la estratificación del suelo. El laboreo reducido tiene como objetivo garantizar que el suelo mantenga una mejor estructura y, como resultado, una mejor biodiversidad. El agua puede penetrar más en el suelo y los nutrientes importantes se retienen mejor. Una ventaja adicional de este enfoque es que evita problemas como la erosión.

Sin embargo, es importante señalar que la conversión al laboreo reducido implica mucho más que dejar de arar el suelo. Pueden pasar años hasta que se consiga un resultado óptimo y es muy importante saber qué ha pasado con el suelo en el pasado.


Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, ONUAA, o más conocida como FAO, promueve ampliamente el laboreo reducido. 

Englobada bajo el paraguas de la "agricultura de conservación", la ONU la considera un método de producción de cultivos que requiere menos recursos y proporciona suficientes beneficios de forma sostenible, al tiempo que preserva el medio ambiente. 

La ONU ha establecido tres principios sobre cómo debe aplicarse la labranza reducida:

  • Mínima alteración mecánica del suelo (arado). Esto tiene como objetivo ayudar a retener los minerales, prevenir la erosión y mantener los niveles de agua en el suelo.
  • Cobertura orgánica permanente del suelo. Esto permite que el suelo alcance una biodiversidad adecuada. El mantillo se descompone, lo que da lugar a materia orgánica que puede actuar como fertilizante.
  • Diversificación de especies. Deben alternarse en la tierra al menos tres tipos de cultivos diferentes. De este modo, las infecciones de los cultivos y del suelo no tienen la oportunidad de arraigar. La diversificación también contribuye a mejorar la estructura del suelo.

En general, las investigaciones han demostrado que la reducción del laboreo tiene resultados positivos. Los estudios sugieren que permite a los agricultores ahorrar dinero, producir los cultivos de una manera menos costosa y proteger el medio ambiente. Entonces, ¿por qué no se ha convertido todo el mundo a este método de cultivo?

Para responder a esta pregunta, hay que examinar primero los distintos métodos disponibles. No existe un sistema único de labranza reducida: hay varias opciones, y todavía es un caso de prueba y error. A pesar de su relativo éxito, esta nueva técnica está todavía en sus primeras fases de desarrollo. Además, la elección del cultivo es muy importante. Lo que funciona para los cereales puede ser una historia diferente para las patatas, y ni siquiera hemos tocado el tipo de suelo y el tipo de cultivo al que se ha sometido. 

Otra cuestión es que los cultivadores tienen que poder permitirse la transición. Está claro que el cambio al laboreo reducido requiere cierta inversión en los primeros años. Pueden pasar varios años antes de que el suelo esté en condiciones óptimas y el rendimiento del cultivo alcance el nivel deseado, y los agricultores deben tener en cuenta esta menor cosecha. Al mismo tiempo, el cambio también requiere una inversión en maquinaria.


La labranza en franjas

La labranza en franjas es muy popular en Estados Unidos. Se trata de una técnica que sólo perturba la parte del suelo que va a contener la hilera de semillas. De este modo, el resto del suelo queda "intacto". Este principio ya se utiliza en Europa, en el cultivo de la remolacha azucarera. Sobre el papel, la labranza en franjas se considera la mejor manera de aplicar la labranza reducida. Todo el campo tiene un cultivo de cobertura, como la mostaza, y sólo se procesa el lecho de siembra. Sin embargo, la labranza en franjas requiere el uso de maquinaria especial y no todos los tipos de suelo son adecuados para ello.


Ventajas

(Según la ONU y los estudios)

  • Aumenta la materia orgánica del suelo
  • Preserva el agua en el suelo gracias a la capa de materia orgánica (menos erosión)
  • Mejora la estructura del suelo y la zona de las raíces (más lombrices)
  • Preserva los niveles de nutrientes y productos fitosanitarios
  • Proporciona mayor capacidad y accesibilidad
  • Permite mayores niveles de C y CO2 en el suelo (materia orgánica)
  • Mejora la prevención de enfermedades
  • Ahorra en combustible


Desventajas

(Según la ONU)

  • El proceso requiere cierto tiempo. Los resultados iniciales pueden no ser tan buenos como se esperaba y pueden pasar años hasta que el suelo alcance un estado óptimo
  • Existe la posibilidad de que el agricultor tenga que invertir en nueva maquinaria
  • La historia del suelo es importante. No todos los tipos de suelo son adecuados para la agricultura de labranza reducida


¿El veredicto?

No hay una respuesta inequívoca a la pregunta de qué tipo de cultivo es el más fácil o el ideal, depende mucho de las circunstancias. Lo único que se puede decir con certeza es que el laboreo reducido tiene un efecto positivo en el medio ambiente y en la prevención de la erosión. Los resultados también dependen considerablemente de la región. El laboreo reducido parece ser la opción preferida en terrenos montañosos, ya que ayuda a evitar la erosión, pero otro factor a tener en cuenta es si el cultivo o el suelo son adecuados para este tipo de cultivo.

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